Vuelta ciclista a Burgos
Escucha: el zumbido de las ruedas de carbono. Mira: un helicóptero que dibuja círculos sobre los cañones del Ebro. Siente: cómo la Plaza Mayor late al paso del pelotón. Cada verano, Burgos se convierte en la banda sonora de la pasión ciclista
8/7/20252 min leer


De sábado ciclista a postal global
Corría el verano de 1981 cuando un puñado de entusiastas decidió profesionalizar aquella carrera de pueblo que serpenteaba entre campos de trigo. Cuatro décadas después, la Vuelta a Burgos presume de retransmitirse en prime time para 190 países, generando cifras que dejan a cualquiera con la boca abierta: en 2023, 18,5 M € de impacto mediático con un presupuesto veinte veces menor.
Y es que la magia de la postal en movimiento es imbatible: castillos, viñedos, páramos y catedrales se suceden en un plano secuencia que hace que el espectador quiera, literalmente, reservar asiento en la barandilla del Arlanzón.
Dónde vivir la carrera como un local
Mirador de los Cañones del Ebro: verás a los ciclistas convertidos en minúsculas hormigas de colores que serpentean entre paredes de roca caliza.
Las Lagunas de Neila: final en alto, ambiente de romería y brisa serrana que refresca hasta el alma.
Subida al Castillo de Burgos: perfecto para sentir el rugido del público y, de paso, gozar de la mejor panorámica de la Catedral gótica.
Plaza Mayor: la alfombra roja donde los velocistas sueñan con levantar los brazos. Llega con tiempo, pide una caña y déjate llevar por la ola de aplausos.
Tip: la carrera suele rodar a más de 45 km/h, ¡parpadea y te la pierdes! Ten la cámara lista y los ojos bien abiertos.
Cuando las ruedas se detienen… la ciudad acelera
La tarde se llena de risas en las terrazas del Paseo del Espolón. Brindan los aficionados, cantan los tunos y los bares de pinchos sacan su artillería: morcilla, queso fresco de Burgos, y ese lechazo que provoca suspiros. El pelotón descansa, pero la fiesta apenas comienza.
Visita el Museo de la Evolución Humana, navega por el río en kayak o retuerce tus vértebras subiendo los 40 peldaños del Castillo: cualquier excusa es buena para alargar el día.
Logística sin complicaciones
Sabemos que viajar con equipaje puede ser un lastre, sobre todo si llegas a Burgos antes de que tu hotel te dé la llave. Por eso, reserva tu taquilla en Burgos Lockers y olvídate de arrastrar maletas entre adoquines. Un click, un código y… ¡a disfrutar de la etapa como un profesional del bikepacking!
Atrévete a pedalear Burgos
La Vuelta es mucho más que una prueba ciclista: es un festival abierto donde locales y visitantes comparten barras, palmas y carreteras. Así que marca la fecha en tu calendario, prepara el bidón (o la copa de Ribera) y déjate seducir por la provincia que convierte cada curva en historia.
Nos vemos al borde de la carretera —o chocando palmas en la Plaza Mayor— mientras el maillot morado del líder se pierde en el horizonte.